Aire, agua, tierra y fuego son los elementos con que está hecho todo. Y así es como el autor, este inigualable contador de historias, nos regala cuatro facetas del deseo y sus consecuencias.
Tal vez, las personas que no han tenido contacto con este género, pueden estar descartando la opción de leer este libro, pero las invito a darse la oportunidad de descubrir la narrativa de este escritor, la línea de sus relatos, la novedad de sus personajes y, por supuesto, la exploración que hace en los laberintos de las relaciones entre hombre y mujer.
Hace 9 años tuve la suerte de conocerlo y oírlo relatar el viaje que hizo a el área de Marruecos. Anécdota, tras anécdota, con un excelente sentido del humor y sin perder la atención de su público ni por un segundo, nos ofreció el "instructivo" para leer su obra.
¿Indispensable? De ninguna manera.
Sus textos pueden ser leídos a sorbos, como si fueran poesía o de principio a fin como cualquier otra novela. Veinte años hay entre la primera y la última novela y se puede sentir la diferencia. ¿Evolución? ¿Adaptación al público lector? Ya me comentarán ustedes a su debido tiempo.
b-
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